La Seta mágica
Erase una vez un grupo de niños y niñas que se reunían todas
las tardes de domingo con uno de sus abuelos para que les contara historias.
Una tarde el abuelo en vez de contarles un cuento cualquiera les contó una
leyenda que decía que en un bosque muy cercano a sus casas existía una seta
gigante muy brillante y colorida que tenía muchos años pero que nadie había
conseguido ver jamás por que tenía el poder de hacerse invisible cuando había
gente, se decía que solo se podía ver si llevabas contigo una piedra preciosa
que se hallaba escondida en las montañas, custodiada por un pequeño, pero
salvaje pajarito ,y a la que solo podías acceder si seguías cuidadosamente al
arco iris. Mucha gente intentaba buscar la piedra para conseguir capturar la
seta, pero nadie podía por que estaba muy bien escondida y no tenían la
paciencia y el cuidado que había que tener para guiarse del arco iris. Esa
leyenda impacto a los niños y niñas mucho más que cualquier otra y decidieron
lanzarse a la aventura en busca de la piedra para poder comprobar la existencia
de la seta.
Esperaron a que lloviera y saliera el arco iris para ponerse
manos a la obra. Tardó unos cuantos días pero cuando finalmente salió los niños
y niñas se fueron saltando con mucho cuidado y paciencia los colores del arco
iris (los niños y niñas pasan por los aros saltando a la pata coja y nombrando
el color del aro donde está.) El arco iris los guíó hasta un río del bosque que
tendríaa que cruzar, pero no había ningún puente para pasarlo por lo que
tuvieron que buscar cosas del bosque para poder hacer una pasarela y cruzarlo
(los niños y niñas cogen objetos de la clase como bancos, y los ponen en fila
para pasar por encima). Una vez cruzado el río se encuentran con unas diminutas
huellas de pájaro que deciden seguir cuidadosamente y muy despacio (los niños y
niñas caminan por la clase lentamente y de puntillas). Siguiendo las huellas
llegaron a un punto donde el camino se dividía en dos, pero antes de llegar y
saber por dónde seguían las marcas del pajarito empezó a llover y a tronar muy
fuerte muy fuerte y los niños y niñas tuvieron que correr a esconderse a una
cueva que había por allí cerca (los niños corren a meterse en los aros que hay
en el aula). Una vez que terminó de llover salieron de la cueva y volvieron al
punto donde se habían quedado pero claro ahora hay que tener cuidado que el
bosque está lleno de charcos (se dibujan en el suelo círculos de tiza que los
niños y niñas tienen que ir esquivando). Una vez que llegaron a donde habían
llegado con las huellas del pájaro tuvieron que tomar la decisión de que camino
coger, pero el agua había borrado todas las huellas. El grupo tomó la decisión
de coger el camino de la derecha y se lanzaron a caminar. Estuvieron un buen
rato caminando y parecía que no avanzaban todo se veía igual y pensaban que no
se habían movido del sitio, pero de repente se vió algo diferente a los lejos
se veía un bonito canario amarillo dando vuelta de un lado otro muy serio, el
grupo decidió acercarse con mucho cuidado (los niños van por la clase agachado
y de puntillas muy lentamente) cuando ya estaban cerca pudieron observar como
detrás del pajarito, a primera vista inofensivo, se encontraba la piedra
reluciendo. Los niños y niñas pensaron en ir a hablar amablemente con el
canario, pero recordaron que su abuelo había dicho que aunque de apariencia
parecía tranquilo era muy salvaje y estaba hay para proteger la piedra. Así que
decidieron lanzar migas de pan para despistarlo al ir a comérselas (los niños y
niñas lanzan pequeñas pelotas en la clase). Aunque les costó un poco
consiguieron que la tentación de comer migas pudiera con el pájaro y
consiguieron la piedra, una vez lejos del lugar, el grupo se pone muy feliz y
saltan de alegría para celebrarlo (los niños y niñas saltan en clase). Pero
rápidamente siguieron la aventura por que ahora tenían que conseguir encontrar
la seta para comprobar que era verdad que existía.
Ahora no sabían hacia donde ir, pero apareció una pequeña
ardilla que al verles la piedra les preguntó que si iban en busca de la seta,
los niños y niñas respondieron que si y la ardilla les dijo que para conseguir
llegar hasta ella debían pasar una serie de pruebas que si las iban superando
se irían acercando más a la seta, y los niños y niñas aceptaron. La primera de
ellas era guiarse con los ojos vendados por un circuito, donde había muchas
piedras, guiado desde lejos por el resto del grupo, (en clase se ponen por
parejas y uno con los ojos vendados es guiado por el otro por un circuito). La
primera prueba la superaron por lo que estaban un paso más cerca, la segunda
prueba consistía en ir a la pata coja sin caerse por una línea recta (en clase
los niños y niñas saltan a la pata coja por una línea sin caerse), el grupo no
entendía mucho el por que de estas pruebas, pero la ardilla se limitaba a
decirles lo que tenían que hacer, está prueba también la superaron y pasaron a
la siguiente que trataba de lanzar piedras dentro de una cesta y por cada
piedra que metían avanzaban tres pasos hacía otra cesta (en clase el alumnado
lanza pelotas a una cesta intentado meterlas dentro). Una vez superada la
prueba se encontraron con una piedra muy grande en la que había un hueco con la
forma de la piedra preciosa, la ardilla les dijo que hay tendrían que meter la
piedra preciosa y eso ya les daría acceso a ver a la seta, y les explicó el por
qué de esas pruebas tan raras, y el motivo era que mucha gente intenta ir sin
la piedra a ver a la seta, para arrancarla y llevársela y así tenerla como si
fuera un trofeo, pero no entienden que si arrancan la seta del suelo pierde
todo su resplandor y se muere, entonces la ardilla hace que pasen por una serie
de pruebas que no tienen ningún sentido ni relación con la seta, si tienen la
paciencia de aguantarlas, y no van a hacerle daño a la ardilla, da por
entendido que son gente buena que solo quiere observar a la seta. Una vez
explicado pusieron la piedra preciosa en el
hueco correspondiente y apareció delante de ellos una enorme y preciosa
seta de mil colores diferentes y con mucho brillo, la seta hablaba y les dijo
que gracias por ir a visitarla sin la intención de hacerle daño y que por ello
les concedería un deseo. El grupo estuvo pensando y llegaron a la conclusión
que el mejor deseo que podían pedir era volver a casa de una forma original y
cómoda ya que después de todo el recorrido estaba cansados y ya no se acordaban
por donde habían venido, la seta les preguntó que si les parecía lo bastante
original y cómodo el volver a casa volando, y los niños y niñas brincado de
alegría contestaron que sí, por lo que agitaron fuertemente sus brazos y
comenzaron a volar(en clase los niños y niñas agitan fuertemente sus brazos y
dan vueltas por el aula como si estuvieran volando), y así fue como cómoda y
originalmente este grupo de niños y niñas volvió a su casa después de una larga
y divertida aventura donde descubrieron que la leyenda era cierta.
FIN
Autora: Naila Hernández
Naila
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